El 30 por ciento de las personas que sufren ludopatía son mujeres y, de ellas, el 70 por ciento sufren violencia de género, según ha asegurado el catedrático de Psicología Clínica de la Universidad del País Vasco, Enrique Echeburúa, con motivo de la celebración de las VIII Jornadas Nacionales de Patología Dual y Género, tituladas ‘Adiciones comportamentales y patología dual en la mujer’.
Se trata de una cifra de violencia machista que multiplica por seis la tasa registrada en la población general, que se sitúa en el 11 por ciento. Y es que, la ludopatía comporta importantes consecuencias negativas tanto para las personas que la padecen, como para su entorno y, más aún, si se trata de una mujer.
De hecho, según ha explicado el experto, cuando el caso de adicción al juego ocurre en la mujer la reacción que suele sufrir el varón es «mucho más intransigente» que cuando es él quien tiene el problema, favoreciendo así la aparición de casos de violencia de género.
«Esta violencia puede ser bidireccional porque hay mujeres que sufren malos tratos a diario y recurren al juego para evadirse, pero también hay otras que juegan de una forma descontrolada provocando la ira de sus parejas por todos los problemas que esta adicción conlleva», ha recalcado Echeburúa.
Además, estos comportamientos se explican también por el hecho de que al hombre se suele «tolerar» el juego excesivo, mientras que a la mujer se la suele tildar de «viciosa», lo que conlleva una ocultación del problema y una mayor resistencia a la búsqueda.
Y es que, a pesar de que el 70 por ciento de los casos de ludopatía son hombres y el 30 mujeres, sólo el 10 por ciento de los pacientes que acuden a las consultas por tratamiento son mujeres. «El sufrimiento causado por las pérdidas económicas y la inseguridad de ser descubierta generan un estado de inestabilidad emocional. Además, los autoengaños deterioran la autoestima de la mujer ludópata, facilitando la aparición de un estado de ánimo deprimido, de una patología dual», ha argumentado el doctor.
Asimismo, el experto ha informado de que ambos sexos presentan patrones y perfiles diferenciales de comportamiento ante el juego, que se manifiesta tanto en los tipos de juegos elegidos, como en la motivación, los factores psicopatológicos y el impacto en la vida cotidiana.
En este sentido, aunque las mujeres suelen comenzar más tarde a jugar, tardan menos en engancharse a estos juegos que los hombres. Además, mientras que ellas prefieren jugar al bingo y suelen recurrir a estas adicciones por un malestar emocional, ellos juegan más a las máquinas ‘tragaperras’ y lo hacen por dinero y por buscar el nivel de excitación que produce el poder ganar o perder.
Ahora bien, Echeburúa ha avisado de que la ludopatía suele venir acompañada por otras patologías como, por ejemplo, la adicción al alcohol y a las drogas, en el caso de los hombres y, la depresión, el estrés o soledad en el caso de las mujeres.
Por oTra parte, el jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Francisco Ferre, ha alertado del «problema emergente» que están suponiendo las adicciones comportamentales, tanto en jóvenes como en adultos, motivadas especialmente por el uso excesivo de Internet, las redes sociales y los ‘smartphones’.
«Ya hay muchas familias que están sufriendo este problema porque un miembro pasa horas y horas en Internet o utilizando el móvil de forma desmedida, haciendo que disminuya de forma muy importante su vida social y, en cierta medida, poniendo en riesgo su salud», ha argumentado Ferre.
Pero este problema puede ir más allá si se tiene en cuenta que, según dos estudios promovidos en 2013 por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, un 61 por ciento de los jóvenes han sido víctimas de violencia machista a través del móvil y las redes sociales, y un 36 por ciento han sido destinatarias de mensajes que les han hecho «sentir miedo».
Ante estas adicciones, el especialista ha reconocido que todavía no se disponen de las herramientas necesarias como para poder medir a nivel global cuál es el perfil de las personas adictas a Internet o al ‘smartphone’, aunque ha recordado que un estudio realizado recientemente en la Comunidad de Madrid ha mostrado que el 9 por ciento de los adolescentes madrileños sufren este problema.
Otras de las adicciones que actualmente están en auge en España, según los expertos, son los trastornos alimentarios y los psiconautas, es decir, aquellas personas que buscan expandir o explorar su conciencia a través del uso de sustancias psicotrópicas.
En cuanto a los primeros, se trata de enfermedades mentales que convierten la comida en un enemigo y, aunque la edad de inicio suele ser la adolescencia, una gran parte de los casos se prolongan durante la vida adulta. Lo suelen sufrir más las mujeres que los hombres, siendo éstas mayormente universitarias y con una edad media de 26 años.
Además, en estos casos, como en el resto de las conductas adictivas, suele haber una patología dual, tal y como ha aseverado el presidente de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), Nestor Szerman. En concreto, el origen de las alteraciones de la conducta como la anorexia, bulimia nerviosa y trastorno por atracón se explica a partir de una alteración mental-cerebral cuya expresión psicológica es un elevado nivel de insatisfacción personal, miedo a madurar, elevados índices de autoexigencia e ideas distorsionadas sobre el peso o la comida.
Asimismo, estos pacientes presentan una elevada comorbilidad de entre el 16 y el 23,8 por ciento, siendo la compra compulsiva y la cleptomanía los más comunicados. Del mismo modo, el trastorno depresivo suele aparecer entre un 35 y un 81 por ciento de los casos; el trastorno bipolar hasta en un 56 por ciento; los trastornos de fobia social en un 17 por ciento; la ansiedad generalizada en un 12 por ciento; pánico entre un 2 y un 31 por ciento de los casos; y el trastorno obsesivo compulsivo entre un 20 y un 31 por ciento.
Finalmente, la doctora del Hospital Universitario del Henares en Madrid, Helen Dolengevich, ha informado sobre los psiconautas, avisando de que es una nueva forma de comportamiento en la red que puede llegar a ser adictiva y donde muchos de los productos que se venden y compran son sintéticos, desconocidos y que no se pueden encontrar en la calle.
«Debido a que algunas sustancias sí son legales en muchos países, es posible comprarlas a través de Internet de una forma sencilla, pagando con la tarjeta de crédito y recibiendo la mercancía en el domicilio», ha comentado, para señalar que el perfil de consumidor son hombres de entre 20 y 30 años, con estudios, que desean descubrir nuevas percepciones del mundo.
Y es que, según ha advertido, aunque estas sustancias no suelen causar adicción, su problema radica en que sí pueden provocar intoxicaciones y problemas de salud graves debido a que no se conocen realmente cuáles son sus efectos. «Lo importante es tratar de educar para poder prevenir el consumo de sustancias psicotrópicas a través, o no, de Internet. Muchas veces el hecho en sí no se puede evitar, pero con información y formación se puede ayudar a un uso responsable», ha zanjado.
Fuente:diariodefuerteventura