No solo eso. La ludopatía aparece ligada a otras adicciones en el 40% de los casos, según Sanidad. El porcentaje va en aumento, advierten los expertos. Tanto es así que organizaciones como Proyecto Hombre, que hasta hace unos años no atendía de forma específica la adicción al juego, ha puesto en marcha programas de atención.
Habitualmente arrinconada en las políticas de prevención, la ludopatía centrará ahora una campaña de información y sensibilización que prepara la Consejería de Sanidad, y que ayer presentó a las organizaciones sociales. Bajo el lema ‘La salud mental no es un juego’, se distribuirá material divulgativo en los salones de juego y locales de apuestas, así como en los centros de salud mental y de Drogodependencias. El eslogan de la campaña no es arbitrario. Según la Asociación Murciana de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Asmujer), casi el 40% de los afectados padece trastornos depresivos.
Las cifras conocidas demuestran que es necesario tomarse en serio la ludopatía, pero no reflejan hasta dónde llega el problema. «Hay muchos casos no detectados», advierte Juan Jiménez, delegado del Plan Regional sobre Drogas. Mientras con el consumo de estupefacientes termina produciéndose un daño físico evidente, aquí la adicción es más fácil esconderla, de manera que a veces ni siquiera el entorno más cercano es consciente de la situación hasta que es demasiado tarde. «Uno de los principales problemas con los que nos encontramos para afrontar esta problemática es precisamente la falta de concienciación acerca de que se trata de un trastorno mental. Los ludópatas no suelen acudir al médico y, por tanto, no reciben la ayuda que les permitiría controlar su adicción», señala por su parte el director general de Atención al Ciudadano y Drogodependencias, Juan Manuel Ruiz.
Muchos veinteañeros
No hay patrones fijos en la ludopatía. Puede afectar a adolescentes de 16 años y a mayores de 60. «La mayoría de los que vienen aquí tienen entre 35 y 40 años, pero hay de todo», apunta Tomás Alacid, terapeuta de Proyecto Hombre. «Nos está llegando mucha gente joven», advierte. No habla de oídas. Alacid imparte terapia a un grupo de once personas, y de ellas cuatro son ludópatas. Los cuatro tienen entre 23 y 24 años.
Según los datos de Sanidad, 1.800 menores de edad están ya engachados al juego. Un hecho que tiene mucho que ver con internet, señalan los expertos. «El problema es que en la Red no hay manera de controlar nada. Un crío de ocho años le puede quitar la tarjeta de crédito a su padre o al abuelo y ponerse a jugar», denuncia Francisco Pizcueta, presidente de la Asociación Murciana de Jugadores de Azar en Rehabilitación.
«Sería necesario poner más barreras; que no fuese suficiente con un número de cuenta para poder acceder», señala.
Pero si no fuese suficiente con internet, ahí están algunas televisiones para ofrecer juegos de azar en horario de madrugada. ¿Quién controla y cómo las llamadas a esos programas?, se pregunta Pizcueta.
Menos ayudas
El director general de Atención al Ciudadano y Drogodependencias, Juan Manuel Ruiz Ros, recuerda que «es fundamental detectar este problema durante la adolescencia». Sanidad convocó ayer a las asociaciones que luchan contra las drogas y la ludopatía para darles a conocer la nueva campaña. Las organizaciones respaldan la medida, pero piden que no se quede en un gesto de cara a la galería. Porque las políticas contra la drogadicción también se ven afectadas por los ajustes. «Hemos sufrido un recorte del 50% en la subvención. Recibíamos 13.000 euros y desde hace dos años nos hemos quedado en 6.000», denuncia Francisco Pizcueta, de la Asociación Murciana de Jugadores de Azar en Rehabilitación.
También lo está pasando mal Proyecto Hombre, quien ya en 2011 admitió que estaba «en situación de ERE» por un déficit de 100.000 euros causado por los atrasos en los pagos de la Comunidad Autónoma. En 2014 se enfrenta de nuevo a un panorama complicado.
Fuente:laverdad.es