• El 21,3% de los adolescentes españoles está en riesgo de desarrollar una adicción a Internet
  • Este porcentaje sitúa a España en cabeza de los países incluidos en el estudio por delante de Rumanía

 

Adicción a internetEl 21,3% de los adolescentes españoles está en riesgo de desarrollar una adicción a Internet debido al tiempo que dedica a navegar por la Red, frente al 12,7% de media europea, según un estudio financiado por la Unión Europea en diferentes países que ha contado con la colaboración de la asociación Protégeles en España.

Este porcentaje sitúa a España en cabeza de los países incluidos en el estudio por delante de Rumanía (16% de riesgo de generar una adicción), Polonia (12%), Países Bajos (11,4%), Grecia (11%), Alemania (9,7%) e Islandia (7,2%). Además, el trabajo, en el que han participado hasta 2.000 adolescentes por país, destaca que el 1,5% de los adolescentes españoles ya sufre este tipo de adicciones.

Según la definición de los autores, la conducta adictiva a Internet consiste en un patrón de comportamiento caracterizado por la pérdida de control sobre el uso de Internet y «conduce potencialmente al aislamiento, el descuido de las relaciones sociales, de las actividades académicas, de las actividades recreativas, de la salud y de la higiene personal».

Así, el 27,8% de los adolescentes españoles afirma utilizar Internet hasta el punto de descuidar otras actividades. España destaca especialmente en el uso que los adolescentes hacen de las redes sociales, un tipo de comportamiento relacionado con la adicción a Internet.

Riesgo de acoso sexual

Por otro lado, el estudio analiza el riesgo de acoso sexual y señala que el 63% de los adolescentes europeos de 14 a 17 años ha contactado a través de Internet con personas a las que no conocía personalmente. Los adolescentes españoles se encuentran por debajo de la media europea en este tipo de prácticas, encabezadas por los jóvenes rumanos.

Mientras, el 21,9% ha sufrido situaciones de acoso en internet o ciberbullying, siendo más frecuente en las chicas (un 24,1%) que en los chicos (un 19,5%). España es el país en el que menos situaciones de ciberbullying se producen, mucho más frecuente en Rumanía.

Grooming
Un 3,8% de los menores afirma que ha recibido llamadas o SMS de adultos desconocidos con la intención de conocerles. Por lo que respecta a la opinión de sus padres, un 1,8% de los adultos afirma que su hijo ha experimentado esta situación.
Padres e hijos coinciden en el nivel de incidencia directa de la recepción de contenidos, vídeos o fotografías pornográficas u obscenas por parte de niños y adolescentes (0,8%). Las chicas han recibido este tipo de contenidos en mayor medida que los chicos (1,1% frente a 0,5%).
Por su parte, un reducido 2,5% de los menores afirma haber recibido en alguna ocasión proposiciones inapropiadas o fuera de lugar (sexuales, económicas, etc.) a través de su smartphone.
Sexting
El 4,3% de los menores participantes en el estudio ha recibido imágenes sugerentes de personas de su entorno (sexting pasivo), y un 1,5% reconoce haberse hecho a sí mismo fotografías de carácter sexy (sexting activo). En ambos casos, la percepción de los adultos es inferior a la manifestada por sus hijos.
El sexting activo es más practicado por chicas (2,2%) que por chicos (0,9%). Ocurre lo contrario en relación al sexting pasivo (5,1% de los chicos frente a 3,3% en el caso de las chicas).
La incidencia directa de ambos comportamientos se incrementa con la edad.
Ciberbullying
El 2,5% de los menores confiesa haber sido objeto de acoso a través del smartphone por parte de otros menores y más bajo aún (0,8%) es el porcentaje de chavales que reconoce haber realizado de manera activa insultos o amenazas a través de su teléfono. En ambos casos, la opinión de los padres sobre el nivel de incidencia de ciberbullying pasivo y activo es inferior, de 0,5% y 0,3% respectivamente.
Resulta interesante la alta diferencia entre los niveles de incidencia directa e indirecta en los casos de ciberbullying. Así, frente al 0,8% de menores que reconoce haber insultado o amenazado a algún otro menor conocido a través de su smartphone, un 16% asegura conocer a algún amigo o compañero que lo ha hecho alguna vez.

En la vertiente pasiva, el 2,5% indica haber sido objeto de acoso, lo que contrasta con el 20,5% de menores que asegura tener amigos y conocidos de su entorno que han sufrido esta práctica.

Fuente: teinteresa.es

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