Según sostienen los expertos es cada vez más común y afecta sobre todo a jóvenes y adolescentes.

Adicción al móvilHace justo un año, en junio de 20120, un estudio realizado en la Universidad de Valencia con la participación de 4.000 adolescentes, pretendía arrojar algo de luz sobre la adicción al teléfono móvil, que se ha multiplicado exponencialmente desde la revolución tecnológica y la proliferación de los smartphones. Un año después, esta informe universitario se concluye totalmente válido y aplicable a una sociedad con alto índice de desarrollo. Según el trabajo, esta adicción afecta principalmente a jóvenes y adolescentes, aunque se extiende por todas las generaciones de la población. Incide, eso sí, en el hecho de que hacer uso diario del móvil no implica que se sea adicto al mismo. Estaríamos en ese peligroso supuesto si el individuo lo emplea de forma inadecuada, incontrolada y excesiva.

La conclusiones del estudio de la Universidad de Valencia reflejaron que son las chicas las que utilizan el móvil como un instrumento de comunicación y socialización, bien para suplir la falta de compañía, para pasar el rato, mantener el contacto con sus amigas y amigos o, simplemente, para no aburrirse. De la misma forma, se sientan más afectadas si no no reciben llamadas o mensajes de texto o de whatsapp de otras personas. En el caso opuesto, los chicos emplean su teléfono para juegos, aplicaciones, música, Internet o llamadas esporádicas para simplemente mantener el contacto.

Soy adicto al móvil si

-Pago facturas elevadas o necesito contratar una tarifa elevada.

-Me siento más cómodo si mi comunicación con otra persona es vía móvil.

-El teléfono es mi escape para solucionar los problemas sentimentales.

-El móvil comienza a interferir en mis actividades cotidianas.

-Siento ansiedad cuando no se puede utilizar (por cobertura, batería, prohibiciones).

-Tengo dificultad para separarme del teléfono, guardarlo o apagarlo.

-Utilizo el móvil mientras hablo con otra persona que sí está presente.

-Chateo por el móvil hasta altas horas de la noche (modificando el hábito del sueño).

-Hago uso del teléfono incluso cuando no es apropiado o es peligroso.

-Siento estrés, irritabilidad, cansancio, alteraciones del sueño y alteraciones emocionales, aunque no se asocien al teléfono.

Así lo puedo prevenir

-Educando a los niños, adolescentes y jóvenes adecuadamente acerca del uso de las nuevas tecnologías.

-Pensando dos veces antes de comprobar si tengo algún aviso en el móvil, si es necesario mirarlo.

-Haciendo un uso responsable del teléfono móvil, utilizándolo en momentos en los que realmente no podamos esperar.

-Realizando actividades físicas, deportivas, sociales, creativas, culturales….fuera de Internet o las redes sociales y sin estar pendiente del móvil.

-Aumentando el número de actividades que impliquen interacción social directa.

-Estando más en contacto con la naturaleza. y con actividades de ocio que mantengan nuestra atención más allá del móvil

En caso de detectar algunos de estos síntomas de forma frecuente y con cierta intensidad, los psicólogos recomiendan consultar a algún especialista en adicciones. El fin último, termina el estudio de la Universidad de Valencia es que el móvil sea un aparato que nos ayude, y que en ningún caso nos controle a nosotros y a nuestra vida.

Fuente: ideal.es

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