Se debe estar atento a los signos que presentan estas ‘exias’ trastornos diversos que se producen por una búsqueda desaforada de la perfección física.

newvigorexiaCada día surgen más neologismos para definir lo que antes llamábamos ‘obsesión’ e incluso han llegado a convertirse en serios y preocupantes trastornos, que antes simplemente veían como un exceso o una manía por algo, en este caso concreto el culto al cuerpo y la necesidad de perfeccionar la imagen de forma compulsiva.

Ya sea a través de la comida, la falta de ella, el cambio de color de la piel o el ejercitamiento compulsivo o las cirugías sin fin, se puede llegar a padecer uno o vario de estos trastornos de la apariencia física.

Este culto al cuerpo es una creciente necesidad de los individuos por encontrar una perfección física como nuevo patrón de belleza, donde la delgadez extrema, el cuerpo perfecto y razgos externos sin defectos como protuberancias y anomalías son el deber ser.

 

La Organización Mundial de la Salud alerta a este respecto diciendo que el 5 o 6 por ciento de las enfermedades mentales que sufren los adolescentes son trastornos de la conducta alimentaria donde se estima que el 25,1% de los jóvenes percibe su imagen con sobrepeso u obesidad, y hasta el 12,2% de las chicas puede estar dos días sin ingerir comida.

 

Estas actitudes destructivas y que van en contra de la salud pueden, a largo plazo resultar altamente perjudiciales y cobrar hasta la vida.

Un artículo de la revista Revista Salud Plus expone opiniones de especialistas han establecido unas señales con las cuales se pueden advertir comportamientos de esta índoce que se caracterizan por tener síntomas físicos, debido a que el paciente presenta alteraciones en la forma de comer, entre otros, pero en realidad redunda en un trastorno mental cuya problemática es más profunda que una simple obsesión

Al ver los siguientes síntomas se puede sospechar de algún desordne:

 

* Realización de dietas restrictivas sin justificación alguna.

 

* Preocupación por la alimentación y el peso, sin motivo aparente.

 

* Preferencia por comer sin compañía.

 

* Interés repentino por conocer recetas y preparar comidas.

 

* Utilización de laxantes o diuréticos, o la práctica de ayuno constante para controlar o perder peso.

 

* Atraso o ausencia de menstruación.

 

* Percepción errónea de su cuerpo.

 

* Realización de ejercicio en exceso.

 

* Insatisfacción personal constante.

 

* Disminución de las relaciones sociales.

 

* Mejora o empeoramiento del rendimiento académico o laboral.

 

* Cambios frecuentes de humor.

 

Hay que tener en cuenta que estos trastornos ya no son exclusivos de la adolescencia, pues cada vez se encuentran más casos en personas adultas en riesgo con tendencia a las vigorexia debido a la constante obsesión por la apariencia física.

Fuente: terra.com

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