Según los expertos, ellas sufren más el estigma y el rechazo social de esta enfermedad.

mujer--647x331El análisis de las diferencias en función del género en patología dual es relativamente reciente, a pesar de que según los expertos, el hecho de ser varón o mujer condiciona y conforma tanto la expresión de la adicción como de los otros trastornos psiquiátricos coexistentes. «Hay muy pocos estudios en Patología Dual sobre mujeres. En general, es casi invisible en los ensayos clínicos en Psiquiatría y Adicciones (patología dual). De cada cuatro pacientes en tratamiento solo uno es mujer, y ellas sufren más el estigma y el rechazo social de esta enfermedad; por ello también les cuesta más superar las barreras para pedir ayuda especializada y solicitar tratamiento», afirma el doctor Nestor Szerman, presidente de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD).

Las nuevas tecnologías, la adicción al juego, la conducta sexual compulsiva y algunos patrones de conducta alimentaria, entre otros comportamientos, suponen para los usuarios vulnerables una serie de recompensas que les colocan en mayor riesgo adictivo. Estas conductas potencialmente adictivas se asocian frecuentemente con depresión, ansiedad y trastornos de la personalidad.

Tal y como apunta el doctor Francisco Ferre, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, «este escenario clínico y asistencial resulta de especial relevancia en las mujeres, especialmente en las más jóvenes, donde en algunas ocasiones el uso inadecuado de nuevas tecnologías comportan problemas añadidos a la psicopatología descrita, teniendo lugar situaciones de acoso e incluso de nuevas formas de violencia de género».

«En España se estima que prácticamente todas las personas con adicciones a algún tipo de sustancia, como el alcohol o el cannabis, padece también otro trastorno mental asociado. Y más de la mitad de las personas que consultan en Salud Mental tienen además un trastorno adictivo, especialmente tabaquismo. Ambos factores, adicción y trastorno mental, pueden actuar indistintamente como ‘causa’ y ‘consecuencia’ de la patología dual», recuerda el doctor Szerman a raíz de las jornadas organizadas por la SEPD en colaboración con el Hospital General Universitario Gregorio Marañón y patrocinadas por el Plan Nacional Sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y en las que se han inscrito más de 400 especialistas.

Patologías más frecuentes en mujeres

Los estudios epidemiológicos que contemplan las diferencias por género en los trastornos mentales detectan que hay más prevalencia de mujeres con trastornos depresivos, de ansiedad, de la conducta alimentaria, o estrés post-traumático derivado de violencia de género, en ocasiones con ratios muy elevados de 10 frente a 1, a favor de éstas.

«La mujer suele asumir ciertos roles sociales y/o laborales cuyos factores asociados le confieren una vulnerabilidad mayor para aquellos trastornos relacionados, por ejemplo, con el estrés», comenta el doctor Ferre.

Los trastornos de la conducta alimentaria pueden considerarse adicciones comportamentales, según la Clasificación de Trastornos Mentales Americana DSM-5 y, en esta misma línea, la obesidad es considerada en algunos casos como una adicción a la comida. El trastorno por atracón o la bulimia se considera un descontrol de los impulsos.

Además, en la mayoría de los casos de TCA «aparece asociado el consumo de cafeína, nicotina y alcohol que también pasa desapercibido y suele estar infradiagnosticado porque se consulta menos en los dispositivos de salud mental», agrega el doctor Ferre.

Tal y como reivindican desde la SEPD el papel del género debería ser analizado en todos los trastornos mentales, no solo desde una perspectiva clínico-epidemiológica, sino también en cuanto al substrato neurobiológico, factores de riesgo, respuesta terapéutica, pronóstico, evolución, consecuencias sociales e implicaciones en los programas sanitarios.

En relación a las adicciones comportamentales con o sin sustancia lo que se busca fundamentalmente es la disminución del malestar antes que la gratificación. La mujer parece haber descubierto en el juego online y en las nuevas tecnologías una vía de escape que en realidad las hace “prisioneras” llegando incluso a enfrentarse a problemas de tipo legal y acoso.

«El DSM-5 ha incluido las adicciones comportamentales dentro del capítulo de las adicciones, algo que las confiere el rango de enfermedad mental y no sólo como ausencia de control de los impulsos», incide el doctor Szerman.

Fuente:elcorreo.com

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